El feminicidio viral.
- Guillermo Angel Diaz Bartolo
- 14 feb 2023
- 3 Min. de lectura
El feminicidio se presenta, según el código penal de la Ciudad de México: “cuando, por razones de género, se prive de la vida a una mujer”. La pena va de los treinta y cinco a setenta años de prisión. En México, el feminicidio no respeta edad, condición económica, social o ubicación geográfica, todo el territorio se ha pintado de rojo y aunque existen un sin fin de leyes; programas de prevención y denuncia; asistencia jurídica, psicológica y medica; la realidad es que este delito se encuentra al alza ¿Que está pasando en México? Pareciera que la violencia se hizo normal después de la declaración de guerra por parte del expresidente Felipe Calderón a los carteles de la droga. Hoy ver cuerpos desmembrados y calcinados se hizo cotidiano.
Algunos casos de feminicidio se hacen virales. Por ejemplo. el caso de Jessica González Villaseñor, profesora de Michoacán que desapareció en septiembre de 2020 después de salir con su expareja o el caso de Debanhi Escobar, joven de 18 años de edad, que después de acudir a una fiesta fue encontrada sin vida en las inmediaciones de un hotel en Monterrey. Ambos casos alcanzaron un alto grado mediático, sin embargo, en el primero, el supuesto feminicida, Diego Urik, aún se encuentra en proceso ( 2 años y no hay sentencia) mientras que el caso de Debanhi se encuentre lleno de inconsistencias y contradicciones que ponen en tela de juicio el actuar de las autoridades, Es decir, a pesar del grado mediático, las autoridades siguen sin actuar correctamente, no respetan leyes y protocolos, las investigaciones se realizan sin la debida pericia, pero sobre todo, sigue permeando el burocratismo, las irregularidades, la falta de ética y empatía.
Un caso más reciente, donde claramente se puede apreciar el mal actuar de la autoridad. En días pasados mientras revisaba mi red social Twitter pude leer información acerca de un feminicidio en la capital. El perfil del periodista Carlos Jiménez decía “La dejaron morir, Lorena Escobar fue en enero a la @FiscaliaCDMX en @AlcaldiaMHmx para denunciar que su exnovio la agredía. Como no estaba lesionada, le dijeron que no había delito y la batearon. Ayer ese tipo le disparó. Hoy está muerta”. Lorena de 25 años de edad y estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pasaba a formar parte de las estadísticas; por un momento pensé ¿Cuántas mujeres acuden a diario al ministerio público y son ignoradas como Lorena? Algunas dejan atrás todo y huyen al no sentirse protegidas por la autoridad, otras mueren en manos de sus agresores.
¿Qué falta entonces en el sistema jurídico mexicano? ¿Qué se necesita para que las mujeres alcancen una justicia pronta y expedita? No se necesitan más leyes, de esas tenemos muchas. Tampoco se necesita que todos los casos de feminicidio se hagan mediáticos ¿Porque obligar a la autoridad a algo que está obligada? suena engorroso, redundante ¿Pero por qué tendríamos que tener en la mira cada paso de la autoridad? Porque la autoridad las ha orillado a esto, a utilizar redes sociales, a marchar, a cerrar calles, a protestar, a recurrir a la violencia, porque les han fallado, porque la mayoría de ellas han sido presas de la impunidad, de la corrupción. La autoridad es la única responsable de esa falta de justicia pronta y expedita.
Todo sería distinto si la autoridad trabajara. El camino es largo y sin dirección será aún más. No dejemos morir a más mujeres. Si, la autoridad es la responsable, pero recordemos que como sociedad actuamos en conjunto, desaparezcamos el machismo, fomentemos el feminismo, la igualdad, la equidad, la justicia y todos aquellos valores y virtudes que fortalezcan el compromiso social con las mujeres.
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